Tesla Model Y: el SUV eléctrico que cambió las reglas del juego en el mundo
Práctico, veloz y con la fuerza de una marca que revolucionó la industria. Sin duda, todo un símbolo de la nueva era del automóvil
Ponerse al volante de un el Tesla Model Y es enfrentarse a un coche que sorprende por su dualidad: puede ser un vehículo familiar de uso diario, pero también un SUV con aceleraciones propias de un deportivo. Esa mezcla lo convierte en un modelo peculiar dentro del mercado eléctrico.
En ciudad, el Model Y destaca por la visibilidad elevada y la inmediatez de respuesta del motor eléctrico. La dirección es ligera, lo que facilita las maniobras, aunque su tamaño (más de 4,7 metros de longitud) lo hace menos ágil en entornos urbanos estrechos. La suavidad de marcha y el silencio, junto al sistema de un solo pedal (one pedal drive), generan una experiencia de conducción muy cómoda.
En carretera, el Model Y muestra su cara más convincente. Las versiones con tracción total ofrecen una seguridad y un aplomo notables, incluso en condiciones adversas. La aceleración es inmediata, contundente y siempre disponible, lo que da una sensación de confianza al adelantar o incorporarse a una vía rápida. Sin embargo, su suspensión tiende a ser más firme de lo que algunos conductores esperarían, lo que puede restar comodidad en viajes largos sobre firmes irregulares.
El interior sigue fiel al estilo Tesla: minimalismo absoluto. Todo gira en torno a la gran pantalla central, desde la navegación hasta la climatización o la instrumentación. Para los acostumbrados a un cuadro de relojes tradicional, esta disposición requiere un tiempo de adaptación. A cambio, el sistema resulta muy completo y siempre actualizado gracias a las mejoras vía over-the-air.
En cuanto al espacio, el Model Y brilla: su habitáculo es amplio, con plazas traseras generosas y un maletero trasero gigantesco que, sumado al delantero, convierte al coche en un verdadero aliado para familias o viajeros. Pocos eléctricos de su tamaño ofrecen tal capacidad de carga.
En el apartado tecnológico, la experiencia Tesla es difícil de igualar. El Autopilot, aunque no es conducción autónoma plena, ofrece un nivel de asistencia muy superior al de la mayoría de rivales. La red de supercargadores es otro argumento definitivo: la tranquilidad de contar con puntos de carga rápidos y fiables en todo el continente es algo que pocos fabricantes pueden ofrecer.
No obstante, el Model Y también tiene sombras. La calidad de acabados interiores está por debajo de lo esperado en un coche de su precio, con plásticos y ajustes que no alcanzan el nivel de marcas premium europeas. Además, la ausencia de botones físicos puede ser un inconveniente en el uso cotidiano, obligando a pasar por la pantalla incluso para funciones simples.
En definitiva, el Tesla Model Y es un coche con mucha personalidad: rápido, tecnológico, espacioso y con la gran baza de la red de carga. Puede no convencer a quienes buscan refinamiento en acabados o una conducción más suave, pero es, sin duda, uno de los eléctricos más completos y coherentes del mercado actual.




Cuando Tesla presentó el Model Y en 2019, muchos lo vieron como un simple “Model 3 sobreelevado”. La marca californiana ya había demostrado con la berlina que podía fabricar un eléctrico con gran autonomía, prestaciones brillantes y un precio más contenido que el de sus primeras creaciones. Pero lo que pocos imaginaron fue que aquel SUV de líneas sencillas acabaría convirtiéndose en el coche eléctrico más vendido del planeta, destronando a su hermano el Model 3.


Espacio, tecnología y potencia


Ficha técnica Tesla Model Y
Dimensiones y carrocería
Longitud: 4.751 mm
Anchura: 1.921 mm
Altura: 1.624 mm
Batalla: 2.890 mm
Maletero trasero: 854 litros
Maletero delantero: 117 litros
Plazas: 5 (7 en algunos mercados con opción de tercera fila)
Motorizaciones y prestaciones
Model Y RWD (Tracción trasera)
Potencia: aprox. 220 kW (299 CV)
Aceleración 0-100 km/h: 6,9 s
Velocidad máxima: 217 km/h
Model Y Long Range (Tracción total, doble motor)
Potencia: aprox. 378 kW (514 CV)
Aceleración 0-100 km/h: 5,0 s
Velocidad máxima: 217 km/h
Model Y Performance (Tracción total, doble motor)
Potencia: aprox. 393 kW (534 CV)
Aceleración 0-100 km/h: 3,7 s
Velocidad máxima: 250 km/h
Batería y autonomía
Capacidad: 60–82 kWh (según versión)
Autonomía WLTP:
RWD: hasta 455 km
Long Range: hasta 533 km
Performance: hasta 514 km
Consumo medio: entre 14,9 y 16,9 kWh/100 km
Recarga
Corriente alterna (AC): hasta 11 kW
Corriente continua (DC, Supercargadores Tesla): hasta 250 kW
Tiempo de recarga rápida: del 10 al 80 % en aprox. 27 minutos
Chasis y suspensión
Tracción: Trasera o total según versión
Suspensión delantera: Doble triángulo
Suspensión trasera: Multibrazo
Frenos: Discos ventilados en ambos ejes
Equipamiento destacado
Pantalla central táctil de 15”
Sistema operativo con actualizaciones OTA
Asistentes de conducción Tesla Autopilot (con opción a FSD)
Bomba de calor de serie
Techo panorámico de cristal
Sonido premium opcional
Precio de partida (España, 2025)
Desde aprox. 41.990 € (versión RWD, antes de ayudas o promociones).




El secreto del Tesla Model Y radica en un conjunto de factores que encajaron a la perfección en el momento oportuno. En primer lugar, el segmento SUV, que no deja de crecer año tras año, ofrecía el marco perfecto para un coche con aspiraciones globales. Además, Tesla partía con una ventaja estratégica: la red de supercargadores, que eliminaba de un plumazo gran parte de la ansiedad de autonomía que todavía pesaba sobre los eléctricos.
Estéticamente, el Model Y no pretendía romper esquemas. De hecho, comparte más del 70 % de sus componentes con el Model 3, y se nota. Sus líneas son limpias, sin adornos, casi minimalistas, fiel al estilo Tesla. Pero esa sobriedad escondía un interior con una de las configuraciones más prácticas del mercado eléctrico: un habitáculo amplio, un maletero trasero de gran capacidad (más de 850 litros) y un maletero delantero adicional que reforzaba la sensación de coche familiar pensado para todo.
Por dentro, el Tesla Model Y fue fiel a la filosofía de la marca: un salpicadero limpio con una gran pantalla central como centro neurálgico de la conducción. Para algunos, una apuesta arriesgada; para otros, el símbolo de una nueva manera de entender el coche. Sin botones físicos apenas, con todo digitalizado y actualizable mediante internet, el Model Y consolidó la idea de que el automóvil del siglo XXI sería más cercano a un dispositivo tecnológico que a un coche tradicional.
En lo dinámico, el Model Y sorprendió con su agilidad pese al tamaño y al peso. Con versiones de tracción trasera y tracción total, y potencias que superan con holgura los 400 CV en las variantes más prestacionales, ofrecía aceleraciones de auténtico deportivo. Pero incluso las versiones más accesibles contaban con un empuje contundente y una autonomía que superaba los 450 kilómetros WLTP, lo que lo convertía en una opción válida tanto para ciudad como para viajes largos.
La clave de su éxito, sin embargo, no estuvo solo en la autonomía o en la red de carga, sino en la percepción de marca. Tesla logró situar al Model Y como objeto de deseo, un coche aspiracional que representaba modernidad, innovación y un cierto estatus tecnológico. Algo que hasta entonces parecía reservado a marcas de lujo, Tesla lo llevó a un precio que, sin ser bajo, resultaba competitivo frente a rivales premium.
El Model Y también fue un escaparate de la filosofía de producción de Tesla. Su fabricación en las llamadas gigafactorías de Shanghái, Berlín y Austin permitió escalar volúmenes como nunca antes se había visto en un eléctrico. La introducción de piezas de carrocería gigantes fundidas en una sola pieza, gracias a las enormes prensas “Giga Press”, redujo costes y tiempos de producción, permitiendo a Tesla jugar con márgenes de beneficio que la mayoría de fabricantes tradicionales todavía envidian.
Por supuesto, el Model Y no es perfecto. Su calidad de acabados ha sido objeto de críticas, especialmente en las primeras unidades, y la ausencia de un cuadro de instrumentos convencional no convence a todos. Tampoco es un coche barato, aunque Tesla ha ajustado precios varias veces, incluso recortándolos de manera agresiva en algunos mercados para mantener la demanda.
A pesar de todo, su impacto es indiscutible. El Tesla Model Y no solo se convirtió en el coche eléctrico más vendido del mundo, sino que llegó a liderar las listas de matriculaciones globales por encima de modelos de combustión, un hito histórico que cambió las reglas del juego.
Hoy, hablar del Model Y es hablar del coche que consiguió que el vehículo eléctrico dejara de ser minoritario para convertirse en protagonista de la industria. Un SUV que, sin grandes estridencias, ha marcado un antes y un después en la historia del automóvil.
Ventas acumuladas y protagonismo en el mercado eléctrico
En 2024, el Model Y fue el segundo eléctrico más vendido en España, con 5 495 unidades matriculadas, por detrás del Model 3, que alcanzó 11 031 unidades
En lo que va de 2025 (enero a junio), el Model Y ha cosechado 3 052 ventas, manteniéndose como el segundo eléctrico más demandado, aunque muy cerca del Kia EV3, que registra 2 713 unidades en el mismo período
Evolución reciente y rendimiento mensual
En junio de 2025, las ventas del Tesla Model Y aumentaron un 127,2 %, alcanzando 1 179 unidades, mientras que el total de ventas de Tesla en España subió un 60,7 %, hasta 2 632 coches
A pesar de estos repuntes, el panorama es más complejo. En julio de 2025, Tesla (Model 3 y Model Y incluidos) no logró situarse en el top 3 de eléctricos más vendidos en España. En ese mes, fueron superados por el Toyota BZ4X, el BYD Dolphin Surf y el Kia EV3
A nivel anual acumulado hasta julio, el Model 3 y el Model Y sumaban 4 545 y 3 282 matriculaciones respectivamente, aunque el Kia EV3 se acercaba peligrosamente con 3 206 unidades .
Señales de alerta y contexto competitivo
Tesla ha enfrentado dificultades en Europa: en 2025, las ventas en la UE han caído con fuerza (hasta −75 % en España), afectadas por retrasos logísticos, el lanzamiento del renovado Model Y (apodado Juniper) que genera cierta parálisis en la demanda, y cuestionamientos sobre la imagen pública del CEO Elon Musk.
Análisis: ¿qué significan estos datos para Tesla?
Tesla sigue siendo protagonista en el mercado español de eléctricos, pero los indicadores muestran que el Model Y está perdiendo impulso frente a los nuevos competidores.
Su sólido desempeño en 2024 le permitió consolidarse como referente del segmento.
El repunte de junio 2025 aporta optimismo, pero no oculta que en julio perdió presencia en el top mensual.
La amenaza más clara viene del Kia EV3, que se acerca en el acumulado anual y apunta a desplazarle este mismo año.
El lanzamiento del renovado Model Y Juniper podría cambiar el rumbo si consigue atraer nuevamente a los indecisos o elevar el deseo de compra.
¿Qué es el Tesla Model Y Juniper?
“Juniper” es el nombre en clave de la actualización del Tesla Model Y. No se trata de un modelo nuevo, sino de un restyling con cambios en diseño exterior, mejoras en el interior, nuevos materiales y ajustes en la eficiencia energética. Siguiendo la línea del reciente Model 3 Highland, el Juniper busca mantener al SUV eléctrico competitivo frente a una creciente lista de rivales, con mejoras en autonomía, confort y tecnología.
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