Kia ya produce eléctricos desde Europa: la planta de Žilina fabrica el primer EV4

La marca coreana convierte su histórica fábrica de Eslovaquia en el epicentro europeo de sus planes de electrificación con el EV4

La planta de Kia en Eslovaquia lleva dos décadas siendo una de las piezas estratégicas para la expansión de la marca en Europa. Desde allí han salido cientos de miles de Ceed, Sportage y versiones híbridas enchufables que han ido abriendo camino hacia la electrificación. Pero el 20 de agosto de 2025 se cerró un capítulo y se abrió otro: del final de una era de gasolina y diésel se pasó, en apenas una jornada, a la primera línea de montaje dedicada a un eléctrico puro.

Para lograrlo, Kia ha invertido 108 millones de euros en modernizar la factoría, en especial en algo que a simple vista puede parecer invisible: una nueva línea de transporte de baterías que articula toda la cadena de producción. Con ella, Žilina no solo gana músculo tecnológico, también flexibilidad. En un mismo espacio conviven ahora cinco áreas de producción —prensa, carrocería, pintura, motores y ensamblaje— y una legión de más de 600 robots que se mueven al compás de 3.700 trabajadores.

El EV4, que estrena este hito, es un compacto eléctrico de cinco puertas que aterriza directamente en el corazón del mercado europeo. Basado en la plataforma E-GMP del Grupo Hyundai, ofrece dos variantes de batería: 58,3 kWh y 81,4 kWh. La segunda roza los 630 km de autonomía WLTP, una cifra que hasta hace poco parecía ciencia ficción en un coche de este tamaño. Además, el modelo incorpora tecnologías como Vehicle-to-Load (V2L), que permite usar el coche como fuente de energía para dispositivos externos, y compatibilidad V2G/V2X, con la vista puesta en las redes eléctricas inteligentes que se avecinan.

El estreno no es solo tecnológico: es también simbólico. La planta funciona desde 2024 con electricidad 100 % renovable y a finales de este mismo año tendrá en marcha su propio parque solar para cubrir parte de la demanda. Un detalle que convierte al EV4 en algo más que un coche: es el reflejo de un ecosistema industrial en transición.

En Žilina, una ciudad eslovaca que hasta hace nada asociábamos con el Kia Ceed y su larga dinastía de motores de combustión, ha nacido un nuevo protagonista: el Kia EV4, primer coche 100 % eléctrico fabricado por la marca coreana en suelo europeo. No se trata solo de un estreno industrial; es, sobre todo, una declaración de intenciones

Cadena de montaje robotizada del EV4 en Zilina Foto - kia

Una jugada estratégica

Que Kia fabrique por primera vez un coche eléctrico en Europa es mucho más que un movimiento logístico. Es una jugada estratégica que coloca a la marca en el centro del tablero europeo en plena transición hacia la movilidad eléctrica. No depender de barcos ni de cadenas de suministro transoceánicas significa rapidez, menores costes y, sobre todo, confianza para el cliente que busca un coche adaptado a su mercado.

El EV4 no será recordado solo por su ficha técnica, sino por inaugurar una etapa: la de una Kia europea que ya no se limita a ensamblar, sino que apuesta de lleno por liderar la electrificación desde dentro del continente. En un contexto en el que cada fabricante busca anclarse en la industria local para cumplir con normativas, reducir huella de carbono y acercarse al consumidor, Kia ha decidido no esperar más.

Fabricar en Žilina es enviar un mensaje claro: la electrificación ya no es una promesa, es presente. Y con ello, Kia demuestra que está dispuesta a competir de tú a tú con los gigantes que hasta ahora marcaban el paso.

esta decisión coloca a Kia en una posición estratégica en el continente. Hasta ahora, dependía de importaciones de Corea del Sur para cubrir parte de la demanda eléctrica. Con Žilina operativa, gana rapidez logística, capacidad de respuesta y, sobre todo, un relato propio para el cliente europeo: el coche que conduces no ha cruzado medio planeta para llegar a ti.

El EV4 será recordado como mucho más que un modelo. Representa el inicio de una nueva generación de Kia en Europa. Igual que el Ceed marcó la consolidación de la marca en el Viejo Continente hace casi veinte años, ahora el eléctrico nacido en Eslovaquia marca el camino de lo que vendrá. Y si algo queda claro tras este paso, es que Kia no quiere ser un actor secundario en la electrificación europea.

Área 2 de la planta de zilina Foto - kia