Opel Mokka Electric: el SUV compacto que marcó el rumbo de la marca alemana
Este modelo se ha consolidado como uno de los referentes entre los SUV urbanos eléctricos que comercializa el grupo Stellantis
El Opel Mokka Electric no es un coche que deslumbre a primera vista por cifras de récord. Su potencia de 156 CV y sus 406 km WLTP lo sitúan en una zona intermedia del segmento. Sin embargo, en ingeniería muchas veces la virtud está en el equilibrio, y ese es precisamente el punto fuerte de este modelo.
La plataforma sobre la que se asienta, compartida con otros eléctricos de Stellantis, no es revolucionaria, pero sí muy optimizada. Con 54 kWh útiles, el rendimiento energético ronda los 15 kWh/100 km en conducción realista, una cifra que demuestra un trabajo fino en gestión electrónica y aerodinámica. Dicho de otro modo: no vuela, pero planea con eficiencia.
Al volante transmite solidez. El tarado de suspensiones, más firme que blando, recuerda a la precisión de un fuselaje bien ajustado: responde rápido sin ser incómodo. En ciudad se mueve con agilidad, y en autopista mantiene el tipo sin dar la sensación de ir forzado. El 0-100 en 9 segundos no emociona, pero tampoco defrauda; lo justo para un coche que prioriza seguridad y consumo sobre aceleraciones de vértigo.
En el interior se nota la herencia alemana: sobriedad, pantallas bien integradas y ausencia de artificios innecesarios. El maletero, con 310 litros, no es brillante, pero suficiente para un uso diario. Como ingeniero, valoro la coherencia: han preferido no sacrificar eficiencia ni diseño por un espacio extra que solo algunos rivales ofrecen.
Lo más interesante del Mokka Electric es que representa un primer paso muy firme en la electrificación de Opel. No pretende ser un laboratorio rodante, sino un coche de producción fiable y bien calibrado. Para quien busque un SUV eléctrico equilibrado, con consumos contenidos y un diseño moderno, este Opel cumple su cometido con la misma precisión con la que una aeronave mantiene el rumbo estable en pleno vuelo.




El Opel Mokka Electric es uno de los pioneros del actual boom de los B-SUV eléctricos en Europa. La marca alemana, bajo el paraguas de Stellantis, lo lanzó como una de sus primeras apuestas 100 % eléctricas tras la llegada de la plataforma compartida con Peugeot y Citroën. A día de hoy, con varios años en el mercado y una reciente actualización, el modelo sigue siendo uno de los pilares de la gama.


Con 4,15 metros de longitud, el Mokka se posiciona en el corazón del segmento urbano, rivalizando con propuestas como el Peugeot e-2008, el Hyundai Kona o el Jeep Avenger. Su diseño fue un punto de inflexión para Opel: la llegada del Opel Vizor, ese frontal limpio y horizontal que se ha convertido en la nueva identidad de la marca, le dio un aire moderno y tecnológico que todavía hoy mantiene frescura.
El interior mantiene el mismo enfoque: sobrio, pero con una fuerte presencia digital. El Pure Panel, con dos pantallas unidas para instrumentación y multimedia, aporta sensación de modernidad, aunque el espacio interior no es de los más amplios de la categoría. El maletero de 310 litros cumple, pero queda algo por debajo de algunos rivales.
En el apartado mecánico, el Mokka Electric se lanzó inicialmente con 136 CV y batería de 50 kWh, ofreciendo unos 322 km WLTP. Con la actualización de 2023, adoptó la nueva batería de 54 kWh y el motor de 156 CV, mejorando la eficiencia hasta alcanzar los 406 km WLTP. Una cifra que lo pone al nivel de los mejores del segmento en autonomía.
En marcha, el Mokka transmite aplomo y un comportamiento equilibrado. No es un coche que busque destacar por prestaciones (su 0-100 km/h ronda los 9 segundos), sino por ofrecer comodidad, suavidad y un consumo contenido en entornos urbanos y periurbanos.
El Mokka Electric ha sido además una pieza estratégica para Opel y Stellantis: no solo abrió el camino para la electrificación de la marca, sino que también ha servido como escaparate del nuevo lenguaje de diseño de Opel, marcando el rumbo de modelos posteriores como el Astra Electric o el nuevo Frontera.
En definitiva, el Opel Mokka Electric es un SUV urbano eléctrico que, sin ser el más grande ni el más potente, se ha consolidado como una opción equilibrada, moderna y eficiente dentro de un segmento en el que la competencia no deja de crecer.
Eficiencia sin muchos alardes






opel mokka electric foto: stellantis media
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