Hibridos enchufables contra eléctricos; la guerra que se avecina sin ganador claro

Por ahora, los PHEVs mantienen una ligera ventaja en cuota de mercado, con un 8.13% frente al 7.27% que obstentan los EVs

Los EVs funcionan exclusivamente con batería y motor eléctrico, sin componente térmico. Son los más limpios en emisiones locales y los que más apuestan por una transformación radical del modelo automovilístico. Por su parte, los PHEV combinan lo nuevo con lo anterior: un motor eléctrico recargable que permite circular de media entre 40 y 70 kilómetros sin emisiones, acompañado de un motor térmico (gasolina o diésel) que entra en juego cuando se agota la batería o se necesitan trayectos más largos.

La pugna entre ambos no es solo técnica: es estratégica. Mientras los eléctricos puros prometen un futuro sin gasolina, los híbridos enchufables ofrecen una transición más suave y versátil para el presente.

Ventas que anticipan la batalla

Según los últimos datos de ANFAC y Ganvam, en el primer semestre de 2025 se vendieron en España 52.511 coches eléctricos puros (+78,5 % interanual) y 58.689 híbridos enchufables (+87,3 %). Por ahora, los PHEVs mantienen una ligera ventaja en cuota de mercado (8,13 % frente a 7,27 %), gracias a su flexibilidad y su menor dependencia de una infraestructura de carga.

Pero esta diferencia se acorta mes a mes. En mayo, los EVs aumentaron un 91 % respecto al mismo mes del año anterior, mientras que los PHEVs se dispararon un 179 %. El mercado está creciendo con fuerza en ambas direcciones, y ningún bando, si es que los hubiera, puede cantar victoria.

Dos filosofías en conflicto

Los eléctricos puros representan el futuro limpio y tecnológico, con menores costes operativos, cero emisiones locales y ventajas fiscales. Pero todavía arrastran desventajas importantes: precios de compra más altos, autonomía limitada para ciertos usos y una red de carga pública que, pese a avances recientes (unos 46.000 puntos en toda España), sigue siendo insuficiente, sobre todo de cara al futuro

Los híbridos enchufables, en cambio, ofrecen lo mejor de ambos mundos. Son ideales para quienes hacen trayectos cortos a diario pero no quieren preocuparse por dónde cargar al salir de viaje. Sin embargo, si no se recargan con regularidad, pierden gran parte de su eficiencia y acaban funcionando como coches de combustión convencionales... lo que los convierte en una solución intermedia, incluso ambigua.

En la carrera hacia la descarbonización del transporte, dos tecnologías se disputan el liderazgo futuro en las carreteras españolas y europeas: los coches eléctricos puros (EV) y los híbridos enchufables (PHEV). Si bien ambos buscan reducir emisiones y depender menos de los combustibles fósiles, sus enfoques y resultados difieren, y en ese contraste se libra una batalla que apenas comienza.

recreación de carga y repostaje de un Phev

Normativas, presiones y futuro

Europa ha marcado la fecha límite: 2035 será el fin de las ventas de coches con motor térmico, lo que incluye también a los PHEV. Aunque algunos fabricantes buscan prórrogas y excepciones, la tendencia es clara: los híbridos enchufables están destinados a desaparecer con el tiempo. La industria lo sabe, y muchos fabricantes ya están acelerando sus líneas de eléctricos puros.

China y Estados Unidos también impulsan los eléctricos, pero sus estrategias varían: el país asiático, por ejemplo, todavía subsidia algunos modelos PHEV, lo que los mantiene con buena salud comercial. En Europa, en cambio, las exigencias de emisiones cada vez más duras y los cambios fiscales los colocan bajo presión creciente.

¿Qué elegirá el usuario?

En esta guerra, el campo de batalla está en el día a día de los conductores. Quien tenga acceso a carga doméstica y recorra trayectos urbanos, probablemente optará por un EV. Quien haga viajes largos o carezca de punto de carga privado, seguirá considerando el PHEV una solución conveniente.

Los incentivos públicos también inclinan la balanza: el nuevo Plan Moves y las políticas autonómicas favorecen cada vez más a los eléctricos puros, mientras que los híbridos enchufables empiezan a ver cómo se les reducen los beneficios.

La guerra que viene

No se trata solo de cifras de ventas. Se avecina una verdadera guerra de posicionamiento entre fabricantes, normativas, usuarios y redes de carga. Algunos ven a los híbridos enchufables como el puente ideal entre el pasado y el futuro; otros los consideran una distracción costosa que retrasa la electrificación total.

Los próximos cinco años serán decisivos. ¿Dominará el modelo limpio, eléctrico y 100 % libre de emisiones? ¿O los híbridos resistirán como opción mixta en un mundo que aún no está preparado para la electricidad total?

Lo que está claro es que la movilidad del futuro no será la misma… y la batalla entre PHEVs y EVs será la que defina cómo llegaremos hasta allí.